lunes, 25 de enero de 2010
Violentos.
Violentas las concepciones, violentos los nacimientos, bautizos y comuniones. Violento el destete y la escolarización, violenta escuela , violento recreo.
Violenta masturbación, violenta estallada de granos y primera regla, violento desfloramiento. Violento el fracaso y el triunfo, violentos pasillos universitarios, violentos pedos.
Violento el amor, el querer y el adiós, el polvazo y el calentón , el fin de mes y el bienestar.
Violenta ley del puño y patadón en la boca, violenta detención del inocente y del culpable, violenta la justicia, violentos.
Violenta la supervivencia , la empatía y la compasión, violenta la lucha del que sufre. Violenta la defensa del que goza. Violenta tú eres entre todas las mujeres.
Violento la soledad, la convivencia y la vejez, violenta la amistad, violento el final, violento para los demás mi muerte. Violentos.
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Bien... Me gusta eso de no dejar títere con cabeza, al menos en lo literario. Todos llevamos dentro ese no sé qué que nos hace proclives a.
ResponderEliminarSigo pensando que la violencia no es una opción. Pero, tal vez dándote la razón, a veces no se trata de, o no podemos elegir.
Sabes que te lo dice alguien a quien le han pateado hasta el carnet de identidad.
Un abrazo, camarada...
D.
Por aquí van los tiros
ResponderEliminarjejeje, gracias amigo, lo rumié, ya te estoy terminando de leer, muy bueno , ( mi abuelo era de Tenerie........)jajajajajaja.
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