martes, 23 de febrero de 2010

La Reina Del Sur.


Volvía del concierto emocionado y  tarareando, con muchas ganas de bailar. Estábamos en las afueras. Era solo un pueblo pequeño, y estábamos llegando a la zona de bares. Mis colegas habían entrado al garito en cuestión, y de repente la vi sentada en una esquina, cerca de un coche. Había más gente, pero sólo me fijé en ella.

Recordé rápidamente los años de convivencia, los buenos ratos, las caricias, aquellos polvos interminables, los colocones… Cruzamos las miradas. Algo raro pasó. Reconocí el fondo preciso de aquella mirada: lo había visto antes y sabía que no era nada bueno. Empezaron a caer gotas de sudor frío por mi espalda, transpiración nerviosa que al llegar a la cintura me erizaba los pelos de la nuca. Recordé las peleas, recordé los putos chupitos de Orujo que tomaba a escondidas (¡maldita zorra alcohólica!). Recordé el papel de plata debajo del asiento del coche, recordé las enfarlopadas juntos, recordé sus intentos de abrirme la cabeza con una botella, el casi atropello y… cuando la cogí por el cuello diciéndole que no le pegaría si soltaba la botella. Joder, si sólo estaba buscando mi otra sandalia para poder salir de allí, para irme.

No sé qué recordaría ella, pero venía hacia mí de muy mala saña. Normal, en aquella Isla de locos  —manicomio sin techo—, encontrar este tipo de actos entre sus habitantes. En los pueblos por los que pasamos nunca dejábamos de llamar la atención, aunque la verdad es que éramos auténticos señores…

—Lárgate de mi vista —me dijo— . ¿Qué haces en mi pueblo?

—Tranquila —respondí—, he venido a un concierto.

Me miró de arriba abajo, y luego sonrió. Creo que se puso un poco cachonda. Entonces
añadió:

—Niñato, las cosas han cambiado… He vuelto a las andadas, así que ten cuidadito. Esta noche te dejaré ir porque voy bien a gusto (Deltoya). No me hagas llamar a los cuatro yonkis de turno. Mejor vete: bébete esa cerveza de niñato, y pírate…

Así lo hice. Me la bebí tranquilito y resguardado con mis colegas en el local. Luego nos fuimos de aquel pueblo de mierda. Pero por lo menos sé que no está muerta.

2 comentarios:

  1. Si es la de la foto, que tendrán los yonkies de turno, que tendrán, a parte de veneno en vez de sangre.

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  2. jajajaja, no los vi bien, los vi de lejos, pero quita quita, ni ganas....jajaja

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