martes, 28 de julio de 2009

Del dolor y otros misterios II. La espera.


Llegó el momento tan esperado, pensé que no llegaría. Se acabaron los calmantes y el dolor vuelve, afilado, agudo, eléctrico.

Meses de espera acabaron con mi calma, subiendo de vueltas mi maquinaria pensante. Estaba en la cuerda floja y dependía de una opinión la cual esperaba entusiasmado, con fe de recibir una respuesta constructiva, tipo siglo XXI.

Pasillo, la primera a la derecha, obreros por medio y manchas de pisadas en el suelo, no sabría describirte mi impresión, ¿donde estoy en una carpintería?; poco más o menos, miro desconcertado el mal estado en el que se encuentra un termostato de aire acondicionado y pegado a éste un cuadro eléctrico aún en peor estado. Hay una bola negra grande, parece una cámara, jeje, me han visto con cara de tonto durante un rato.

Al minuto sale una enfermera, me dice tranquilo ya vamos, mi espera se eterniza. Me he afeitado para la ocasión y todo, uff que nervios, no puedo más….Señor Renegado, pase.

Al salir todo parecía una ilusión, sólo 3 recuerdos; el llamado médico, o mejor licenciado, con un té o menta poleo servido por su enfermera y la misma duda…. ¿Hasta cuándo se puede aguantar un dolor?

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