domingo, 12 de julio de 2009

Universos Paralelos. El Barranco de Badajoz.


Estoy en el Barranco de Badajoz. Runnnnrún, acelero…. No me lo pienso, retuerzo mi muñeca hasta atrás, salgo derrapando y al mismo tiempo agarrando la rueda sobre la tierra, salgo disparado. Voy a toda velocidad contra la pared, sé que la puerta está ahí…………de repente cojo un bache, me elevo y vuelo…...es fantástico.

Estoy dentro, he conseguido tomar el camino del tubo de gusano, es flipante. Colores rápidos, jugando, mareándome. Creo verla, está volando a mi alrededor, se sienta detrás de mi, la mujer de blanco, entre nosotros una niña, lleva peras.

Sé que hay universos paralelos, creo ver gente. Estoy paseando por una ciudad, con la niña y la mujer, haciendo el típico sándwich en la moto, noto buenas sensaciones, parece gente muy feliz, parece un mundo nuevo donde los seres viven para amar, viven sin prejuicio, y no se dejan avasallar, no chusmean, parece que no juzgan o a mí me da esa impresión. Creo que todos comen y que no hay diferencias impuestas, no hay estafadores legales ni aceptan injusticia, sólo parecen querer avanzar, que suerte tuve de caer en este universo, creo que hay muchos más, pienso, todos no pueden ser tan buenos, la mujer me pellizca, la niña tiene hambre, acelero a fondo y vuelvo a volar, como el niño y ET, sólo ante el vuelo, intentando no pillar piedra.

Me cago en la puta, quiero volver a entrar, pero mi moto de afilador no arranca, será la bujía... Se acerca alguien, es morena y delgada; trae cuchillos, me pide que se los afile, me afilo todo por que está muy buena; le digo que si tiene una bujía, increíblemente es la niña de las peras con 15 años más, se llama XXXX XXX y me tiene loco. Tomamos una copa, en su casa, charlamos y parece que se ha traído parte de aquel universo, nos encerramos en nuestra burbuja y fumamos, bebemos, nos comemos una perita y arreglamos el mundo. Nuestro hijo se llamará Che Guevara Subcomandante Marcos, y creo que tenemos la fórmula para salvar al mundo: Mucho amor para unos, y hostias como un saco de pan de Arafo, para otros.

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